
El artista debe su nombre al francés "rèver", soñar, pero leer en italiano. Una manera de dar un trasfondo onírico a sus criaturas urbanas. Su símbolo, un +, quiere ser en cambio un recordatorio de positividad, el verdadero motor de su obra. “La razón de mi acción es muy simple, demasiado simple. Siempre me ha gustado dibujar y creo que mis dibujos son capaces de ponerte de buen humor: son sencillos, coloridos, inmediatos. Me gusta saber que alguien que sale de casa, circula por la circunvalación, espera el tranvía, puede sonreír, aunque sea por un segundo». Es un mundo de ensueño, poblado de plácidos y enormes animales. Animales sustraídos de un imaginario infantil que aparecen cada vez con mayor frecuencia en muros de hormigón, cobertizos, infraestructuras. Reve forma parte de ese nutrido grupo de artistas suburbanos que cansados de galerías de arte, compromisos, cotizaciones, han decidido donar su arte, su imaginación a la comunidad. / El artista debe su nombre al francés “rèver”, soñar, pero leer en italiano. Una manera de dar un telón de fondo onírico a sus criaturas urbanas. Su símbolo, un +, quiere ser en cambio una llamada al positivismo, el verdadero motor de su obra. “La razón de mi acción es muy simple, demasiado simple. Siempre me ha gustado dibujar y creo que mis dibujos son capaces de ponerte de buen humor: son sencillos, coloridos, inmediatos. Me gusta saber que alguien que sale de casa, circula por la circunvalación, espera el tranvía, puede sonreírle, aunque sea por un segundo». Es un mundo de ensueño, poblado de plácidos y enormes animales. Animales sustraídos de un imaginario infantil que aparecen cada vez con mayor frecuencia en muros de hormigón, cobertizos, infraestructuras. Reve es parte de ese nutrido grupo de artistas suburbanos que cansados de galerías de arte, compromisos, citas, decidieron donar su arte, su imaginación a la comunidad.