Riccardo Raul Papavero hereda de su madre, una artista establecida, el interés por el arte en todas sus formas. Viaja por Europa, África y Sudamérica con la curiosidad voraz de quien quiere descubrir y aprender el arte de la diversidad. La necesidad de enfrentarse a nuevas expresiones artísticas le lleva a la creación de collages multimateriales: el comienzo de la aventura se sitúa a medio camino entre el juego y el azar... En 2003 la ardua búsqueda del cartel de Buffalo 66, la película nicho de Vincent Gallo , lo lleva a deambular por las tiendas y diseccionar la película de Gallo para devolverla a la vida sobre madera. Seleccione, divida y descomponga los marcos individuales, reelaborándolos en un collage que combina pintura e impresión digital, artesanía y nuevas tecnologías. Así, el juego se convierte en una pasión indispensable y, con el tiempo, en un laboratorio experimental. La búsqueda incesante de materiales y la continua revolución de los conceptos artísticos lo llevan a crear obras fuertemente caracterizadas: la técnica es refinada, los materiales se unen por armonía o contraste y las obras parecen construirse solas. Cada pieza es única e irrepetible en este juego alquímico de transformación. / Riccardo Raul Papavero hereda de su madre, una artista establecida, el interés por el arte en todas sus formas. Viaja a Europa, África y Sudamérica con la curiosidad voraz de quien quiere descubrir y aprender sobre el arte de la diversidad. La necesidad de enfrentarse a nuevas expresiones artísticas le lleva a la creación de collages multimateriales: el comienzo de la aventura se sitúa a medio camino entre el juego y el azar... En 2003 la ardua búsqueda del cartel de Buffalo 66, la película nicho de Vincent Gallo lo lleva a deambular por las tiendas y diseccionar la película de Gallo para revivirla sobre madera. Selecciona, divide y descompone los marcos individuales, reelaborándolos en un collage que combina pintura e impresión digital, artesanía y nuevas tecnologías. Así, el juego se convierte en una pasión indispensable y, con el tiempo, en un laboratorio experimental. La búsqueda incesante de materiales y la continua revolución de los conceptos artísticos le llevan a crear obras muy caracterizadas: la técnica se depura, los materiales se unen por armonía o contraste y las obras parecen construirse solas. Cada pieza es única e irrepetible en este juego alquímico de transformación.